INTRODUCCIÓN
Nuestro país ha implementado dos herramientas fundamentales para mejorar la calidad de la educación: el Modelo de Gestión Educativa Estratégica y el Programa Escuelas de Calidad. Su objetivo esencial es otorgar una gestión más óptima y elevada así como mejorar la calidad y la capacidad de gestión en cada plantel. Ambos sistemas se insertan en el fortalecimiento del liderazgo escolar, optimización de recursos y corresponsabilidad por parte de la comunidad en la solución y prevención del problema en cuestión. Para ello se utilizan sistemas de planificación estratégica, que incorporan estándares, principios de calidad y herramientas de evaluación y seguimientos que facilitan la evolución continua (Modelos de Gestión Educativa Estratégica).
Estos esfuerzos no son suficientes para mejorar la calidad de la educación y la equidad en la gestión escolar. El PEC, por otro lado, complementa estas actividades proporcionando financiación a las escuelas y mejorando la infraestructura y la formación docente, haciendo que cada escuela tenga las mejores condiciones para lograr sus objetivos legítimos. Como resultado, hay una mejora significativa en el rendimiento académico, la deserción escolar y la discriminación, ya que los resultados muestran nivel de importancia a la preferencia proporcionando estrategias (PEC, Honduras).
Las escuelas enfrentan retos que la llevan a asumirse como promotora del cambio y de transformación social, redefiniendo su misión de cara a las nuevas demandas de la sociedad a la que se debe. Transformar la gestión de las escuelas para mejorar la calidad de la educación tiene varios significados e implicaciones, se trata de un proceso de cambio; que tiene como núcleo el conjunto de prácticas de los actores escolares (directivos, docentes, alumnos, padres de familia, supervisores y personal de apoyo), y que conlleva el crear y consolidar formas de hacer distintas, que permitan mejorar la eficacia, la eficiencia, la equidad, la pertinencia y la relevancia de la acción educativa.
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